Por Hugo Cen
Me atrevo a afirmar que nadie posee las respuestas concretas a ciertas preguntas, y esto podría ser aún menos probable en el caso de las mujeres. Es un hecho conocido que hombres y mujeres somos diferentes; los hombres tienden a utilizar más el hemisferio izquierdo del cerebro, asociado con la lógica y el razonamiento. Por su parte, las mujeres muestran una inclinación hacia el hemisferio derecho, vinculado con el lenguaje. Los deseos de las mujeres pueden cambiar rápidamente debido a su naturaleza hormonal, lo que provoca que sus anhelos fluctúen a lo largo del día.
Entonces, ¿cuál es la respuesta a la pregunta: «¿Qué desean las mujeres?» La verdadera cuestión es que tal vez estamos formulando la pregunta equivocada.
La interrogante adecuada sería: «¿A qué responden las mujeres?» Sabemos que ellas reaccionan a señales que instintivamente les proporcionan una sensación de supervivencia; estos rasgos incluyen agresividad, seguridad, dominancia e inteligencia. Personalmente, prefiero que mi comunicación no verbal haga su trabajo, creando un ambiente de misterio. Lo esencial es ser atractivo para ella, evitando la necesidad de perseguir.
¿Qué te hace atractivo?
Si no se cumplen estas cualidades, la conquista se convierte en un desafío arduo. A las mujeres les atraen los hombres que exhiben seguridad en su manera de caminar, hablar y actuar. Para desarrollar esta seguridad y confianza, solo hace falta observar la naturaleza. Pensemos en el león, que camina lento y relajado, sin preocupaciones ni miedo. Esta misma calidad se refleja en las personas seguras. Trabajar en nuestra confianza, sabiendo que somos merecedores de lo mejor del universo, es vital. Recordemos caminar con la majestuosidad del león.
Una vez adquirida la confianza, es útil destacar y ser diferente. Salir de lo ordinario te hace intrigante, y a las mujeres les encanta la emoción. Observemos al pavo real y cómo destaca entre sus semejantes con sus plumas. La técnica del «peacocking», que implica usar algo distintivo como un peinado, lentes, color de cabello o una cadena, te hará resaltar. Esto captará su atención y, más aún, su deseo.
En mi opinión, puedes sentirte muy atraído por una chica, pero sin llegar al punto de obsesión. La percepción de un hombre alfa es que él debe ser el premio, en términos de afecto. La mujer debe sentir que ha ganado la lotería con el hombre que tiene. Sin embargo, lo que observamos hoy en día es a los hombres idolatrando a las mujeres, quitándoles el placer de sentir que han ganado el premio.
Es válido sentir atracción por una chica y esforzarse por conquistarla, siempre con sutileza. El enamoramiento es un juego de misterio, entusiasmo y emociones intensas, donde el humor, las insinuaciones y los momentos de risa son clave. En esta conquista, es importante generar una confianza donde ella comparta algo personal, indicativo de que te está permitiendo entrar en su vida. A menudo, basta con escuchar. Sin duda, para enamorarlas es crucial hacerlas reír y emocionarse con lo impredecible; las sorpresas siempre son positivas.
Invitala a tu mundo, mostrándole lo que también te interesa y observa si valora lo que para ti es importante. Esto determinará si ella es la persona adecuada para ti. Para declararte a esa chica especial, a veces basta con una mirada para que sepa que estás con ella.
